martes, 25 de febrero de 2014

Bye baby

Llega un nuevo tiempo lejos de ti nena, ya no hay nada que esté dispuesto a  hacer por ti y  tampoco por mí mismo. Has anulado todo lo que he sido y ya no sé quién soy, ni quien quiero ser. Has nublado mis sentidos, has quemado mi camino y hasta aquí llegue princesa.

El desgaste que produces ya no creo que compense, los momentos que vivimos ya no sé si son contigo o con mi propia ilusión. Ya no eres quien veía y lo tienes que asumir.

Te entendí como el destino y ya no creo que necesite uno, porque ahora seré libre y tendré el mundo para mí, ya no entiendo que me pides ni que puedo esperar de ti.

Sé que ahora estaré solo, confundido y sin saber qué hacer. Que seré un timo más en tu vida y que no tendrás los mejores recuerdos de mí. Pero siempre hay esperanza y puede que lo mejor aun este por venir.

lunes, 17 de febrero de 2014

Mis grandes héroes

Siempre me ha gustado caminar sobre colchones. Trato de convencerme de que me encuentro bajo la protección de unos ángeles, unos héroes que velan por mi y que me aseguran que todo me saldrá bien.

De hecho no creo que sea todo la culpa mía, es a lo que me he acostumbrado, es lo que se me trataba de transmitir y es con lo que crecí.

Recuerdo que hubo unos días, desde la ignorancia, en que no me conformaba, y quería ser uno de ellos.  No sé en qué punto olvidé la idea y seguí refugiándome, pero como bien sabréis, eso no funciona siempre, porque como ya dije: crecí.

Crecer no es solo hacerte más alto o envejecer, crecer es despertar, y al despertar se me hizo más duro observar a mis héroes. Pude ver su vulnerabilidad, pude ver que por más que quieran no me pueden  asegurar nada, que no camino sobre colchones y que nada es como parecía.

Ahora ya no veo en ellos ningún héroe, de hecho en ocasiones tengo la impresión de que les veo implorar, que ya nada pueden hacer por mí. No sé si todo es cuestión de que ya he crecido o de que ellos ya tampoco son los mismos, en cualquier caso es una realidad que debo asimilar.

Puedo verlo en sus ojos, como me lo dicen, “es tu turno chico”, y es entonces cuando lo veo claro, se acabaron los tiempos de héroes y tal vez se acerque el momento de que yo sea uno de ellos para alguien, no me termina de gustar la idea la verdad, pero no hay otra salida, o todo su trabajo no habrá tenido sentido.

martes, 11 de febrero de 2014

El príncipe de hielo

Cerrabas muy fuerte los ojos para no tener que llorar, finalmente afinaste tu técnica y ya no te tenías que esforzar.

No te quejabas, ni te alegrabas, ni te deprimías. Te sentías poderoso al congelar todo dentro de ti mismo, así por fuera eras una brillante estatua, con una arrogante sonrisa y una gran mirada de autosuficiencia, como si nada te afectase y como si nada pudiera irte mal.

No era suficiente príncipe, habías congelado muchas cosas, pero no habías destruido ni una, por lo que seguían ahí, ante tus impasibles ojos.

Y así te encontrabas en una tormentosa tortura, cuyo único consuelo era que solo tú podrías observarla, y que por tanto, te permitía aparentar una flamante victoria.

Ante los demás todo estaba bajo control, veían tus fracasos sí, pero parecían parte de un gran plan.

Tú siempre tan tranquilo, tan creído, tan cargante…

Pero a mí no me has engañado, eres el príncipe de hielo, y te atreves a todo pero eres un cobarde, vas muy deprisa pero siempre llegas tarde…

martes, 4 de febrero de 2014

Inspiración

Gente, la inspiración es un engaño, un solo instante, a veces tan fugaz como un autobús en hora punta, y aprovecharla es como querer bañarte dos veces en el mismo rio.

Es observar lo inobservable, incluso cuando ya lo observaste. Es creerte un visionario y de golpe sentirte un mediocre. Es la ventana a la realización mientras sigues encerrado en la frustración. Es la luz de neón en la oscuridad de un tugurio y tu whisky con hielo. Es todas esas cosas y muchas otras más, pero la necesito…

La necesito porque, como ya he dicho, es un engaño. Y en los engaños, creo poder encontrar grandes verdades y quizá pueda mantener esa inspiración un instante más.

Si gente, soy un cutre fanatizado de las frases épicas, y creo en algo más que en ese engaño. Quiero ese instante extra, que marque una vez más la diferencia, y que me ayude a dar un paso más. Que me guste una vez más lo que hago, y que inspirándome pueda inspiraros y que riéndome pueda haceros reír.

En definitiva creo que la inspiración es una de las claves para dar sentido a una frase que leí recientemente: “Si conquistas a los demás tendrás el mundo, si te conquistas a ti mismo, serás eterno”.

Inspírate baby, ¡Dattebayo!

sábado, 1 de febrero de 2014

Boxeador sin rival

Casi nunca vemos de donde vienen los golpes, en ocasiones podemos sentirnos como un boxeador que no localiza a su rival en el cuadrilátero. Siempre alerta pero sin ver venir ni una sola de las hostias que le están lloviendo.

Levantas de nuevo la cabeza y tratas de recuperarte pensando que la próxima la pararás, es entonces cuando viene la ráfaga más fuerte… ¡pam!, ¡pim!, ¡pam!, ¡pum!

La sangre te gorgotea por la cara, te consuelas con su sabor metálico y esbozas una sonrisa como única defensa ante tal descabellada paliza.

Tus piernas te tiemblan y la vista se te emborrona, tu k.o es inminente y en el encontrarás tu consuelo, lo sé, lo sabes…

Pero ahora tienes un respiro, y tirarse al suelo es tan apetecible como absurdo, tu deber es seguir sufriendo, soltar tu ira aunque sea golpeando al aire con la esperanza de estrellarte con algo. Así solo logras zarandearte de un lado al otro por el ring… lo que para colmo propicia un nuevo contragolpe de tu rival, que ahora está dispuesto a acabar definitivamente contigo.

Esta vez te has cubierto y logras empujarle, distanciarle y por primera vez observarle ¿Cómo no lo habías hecho antes?

Nos ocurre a menudo, no localizamos el problema aunque este delante de nuestras narices, ese púgil despiadado lleva demasiado tiempo riéndose de ti sin verte reaccionar. Pero tranquilo colega, empieza un nuevo asalto…