Saludos humanos, me encuentro
colgada bajo mi telaraña, lo que me permite ver el mundo como seguramente
muchas veces lo veis vosotros: completamente del revés. Dada mi naturaleza, yo
no logro distinguir muy bien cuál es su posición correcta, no distingo el suelo
del techo y en este sótano tampoco distingo muy bien la noche del día.
Se supone que soy un depredador
implacable, pero no es la sensación que logro tener y no es precisamente lo que
creo que me de la fama, pues a mí, la araña Alan, se me conoce más bien por
todo lo contrario. Soy una araña distinguida por ser lenta y torpe, que teje donde no
tiene que tejer y acecha dónde nadie va a pasar.
En algunas de las pocas ocasiones
que he logrado cazar también me han robado otras arañas, por lo que cuando mi
velocidad no es burlada por una mosca, encuentro la humillación en mi propia
especie. Percibo las carcajadas incluso en mi descanso, de cada insecto, de
cada hermana…
Como os decía un mundo al revés
para mi es uno bastante realista, por ello me encuentro bastante bien aquí colgada,
puedo columpiarme, dar vueltas sobre mí misma, mecerme acurrucarme o hacerme un
ovillo dónde nadie podría encontrarme.
Soy la araña Alan, también
conocida como el cazador cazado, demasiado pequeña y regordeta, por ello soy la
que más hambre pasa y la última de las mías en llegar a tus pesadillas.
Pero no termina aquí mi historia inmensos
humanos, como os cuento la frustración esta hasta en el rincón más pequeño de
vuestro mundo, hoy apenas podréis verme y por ello me volveré cada vez más
grande.
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