Puede ser fácil ubicar en qué
momento se produjo algún cambio importante en nuestra vida, pero casi nunca
somos conscientes en el preciso instante en que lo estamos viviendo.
Todo era muy confuso entonces. Tras
una larga temporada abandonado en mi más absoluto descontrol y olvidando
cualquier tipo de responsabilidad, me vi de golpe perdido, ya no veía el
sentido a la vida que llevaba y no sabía hacia dónde dirigirla. Había pasado de
verme como el rey del mundo a sentirme solo en mi trono.
Quizá pensaréis que voy a
hablaros de un momento en el que de repente todo cambió y cobró sentido, pero
no es el caso, porque las cosas no funcionan así. En aquel momento yo solo
hablaba, miraba mi cerveza y soltaba una verborrea similar a la que os cuento
ahora mismo.
Daba vueltas a aquel tercio, al
que de vez en cuando echaba un trago, hasta que levanté la cabeza y me encontré
con su cara, me sonreía mientras me escuchaba. A pesar de lo que me ocurría, me
sentía mejor, me encontraba realmente bien en aquella mesa con ella.
En realidad podría pensar que no
ocurrió nada especial ese día, pero en ese momento al mirarla, sabía que algo
empezaba a cambiar, y que no habría marcha atrás…
https://www.youtube.com/watch?v=fjDojEOiMcE